La economía mundial se encuentra en un proceso vertiginoso de reordenamiento, en un contexto mundial donde los países se posicionan en un camino de vuelta a la normalidad post pandemia.
En este sentido, las exportaciones surgen como una gran aliada para impulsar la economía mundial. Sólo en el año 2020, según el Banco Mundial, las previsiones de la caída de la economía mundial a causa del cese de las importaciones y el comercio fueron del 5,2%. Esta fue la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, que fue consecuencia de la pandemia y las restricciones comerciales de los países.
En relación a esto, las exportaciones y los lazos comerciales que las mismas generan, pueden ser la herramienta para poner a flote la economía de los países.
China y Corea del Sur tuvieron la ventaja de poder reactivar tempranamente sus exportaciones y la economía, por haber logrado suprimir el covid-19 en los comienzos del brote.
Ya a principios de 2021, se proyectaba que la economía de China crecería un 8% gracias a las exportaciones, lo que implica una estadística de más del doble en comparación a los países occidentales más exitosos, incluso antes de la pandemia.
En Argentina, por su parte, ven a las exportaciones como una posibilidad para generar un equilibrio de la balanza fiscal, y también como la apertura de nuevos mercados. Esto generaría comercio con países en vías de desarrollo, donde el nivel de la competencia aún es bajo y la importación de alimentos es sumamente importante.
De esta manera, las exportaciones se posicionan como la respuesta más concreta a la hora de reorientar las políticas económicas de los países post pandemia.
Quedará la incógnita de saber cuáles serán los países que prioricen la reactivación de las exportaciones y el levantamiento de sus economías, luego de transcurrir todo este proceso mundial de pandemia.