Los bloqueos en las terminales portuarias son una realidad que persiste en el contexto mundial de pandemia. Sin embargo, lo realmente importante y preocupante de esta situación son las graves consecuencias que acarrea.
Estas consecuencias tienen relación directa con la productividad y la economía de los países, ya que en un mundo globalizado como en el que vivimos es fundamental el comercio entre las naciones. En este sentido, los bloqueos en terminales portuarias generan gran dificultad en diversas empresas y multinacionales para mantener sus dinámicas productivas y en ocasiones se ven obligadas incluso a frenar las fábricas.
Este es el caso, por ejemplo, de Nissan y Renault que durante el mes de Abril de 2021 sufrieron las graves consecuencias del bloqueo en el puerto de Buenos Aires. El bloqueo generó grandes pérdidas de producción y afectó gravemente la estabilidad laboral de gran cantidad de trabajadores metalúrgicos. Se estima que por cada día de bloqueo en terminal portuaria no se fabricaron aproximadamente 115 camionetas.
Este dato estadístico, sólo deja entrever la dimensión de las consecuencias de bloqueos en terminales. Teniendo en cuenta esto, los gobiernos provinciales y nacionales se ven obligados a tener en cuenta a la hora de tomar medidas restrictivas los efectos y resultados que las modificaciones en la apertura o cierre de los puertos pueden generar.
Las consecuencias de bloqueos en terminales portuarias no son palpables solo en un país, ya que las restricciones que se imponen y generan en un país tienen su secuela en otra región que deja de comercializar y de obtener cierto tipo de productos.
En conclusión, la economía mundial se encuentra cada vez más interconectada y dependiente del comercio internacional. Es por esto que los bloqueos en terminales tienen que ser considerados haciendo foco en los efectos generados en la logística mundial.